ÉXITO DEL PRIMER VUELO HABITADO BLUE ORIGIN

Fundada en el año 2000 por el creador del gigante de la venta en línea Amazon, la empresa Blue Origin lleva desde 2015 realizando vuelos de prueba de su New Shepard. La nave combina un vehículo de lanzamiento y una cápsula recuperable para comercializar un servicio de turismo espacial suborbital (un salto al espacio sin ponerse en órbita).

Un SALTO A 107 KM DE ALTITUD

El New Shepard de Blue Origin despega de Texas, desde una base construida al efecto. El programa acumulaba hasta entonces 15 vuelos (con 4 ejemplares diferentes) sin pasajeros. Este 20 de julio (fecha elegida en referencia a los primeros pasos en la Luna), realizó el primero en modo habitado. El mismo Jeff Bezos estaba a bordo, para subrayar la confianza que tiene en el sistema desarrollado por sus equipos de ingenieros, al igual que Richard Branson, su rival de Virgin Galactic.
Jeff Bezos estuvo acompañado por su hermano Mark, el holandés Oliver Daemen (18) y la estadounidense Wally Funk (82). Estos dos últimos se convirtieron, respectivamente, en la persona más joven y más mayor en el espacio (pero no en órbita).
El despegue se realizó tras un pequeño retraso de unos diez minutos. Abajo, la grabación del directo Blue Origin (despegue a 1:43:11).

Al igual que los demás vuelos, el viaje duró apenas más de 10 minutos. La cápsula y sus cuatro pasajeros alcanzaron un máximo de 107 km, superando el límite espacial de 100 km reconocido internacionalmente. Cabe destacar que la Americana Wally Funk cumplió, con 82 años, su sueño de llegar al espacio. A principios de los años 60, formó parte de un grupo de 13 mujeres (las Mercury 13) que, por iniciativa privada, superaron todas las pruebas exigidas por la NASA para convertirse en astronautas. En ese momento, la agencia dijo que necesitaba pilotos de pruebas militares, una profesión que el ejército no abría a las mujeres Esta situación evolucionó más tarde.
Entusiasmada al volver, ¡Wally Funk confió que estaba dispuesta a emprender otro vuelo! «El mejor día de mi vida” exclamó por su parte Jeff Bezos durante el aterrizaje bajo los 3 paracaídas.

¿ALGO MÁS QUE TURISMO?

El multimillonario estadounidense nunca ha ocultado su fascinación por el espacio. Cuando estudiaba ingeniería informática en Princeton, llegó a ser presidente de la rama local de SEDS (Students for the Exploration and Development of Space), una asociación de estudiantes a favor del espacio.
Blue Origin tiene previsto realizar otros dos vuelos habitados en 2021, con la intención de aumentar el ritmo para acoger a cada vez más clientes. Este tipo de vuelo, muy caro (varios cientos de miles de dólares), se opone, sobre todo, a la huella medioambiental. En este sentido, Virgin Galactic y Blue Origin subrayan que sus naves espaciales no sirven sólo para viajes turísticos. Pueden llevar a cabo experimentos científicos (automatizados o no) aprovechando la ingravidez de varios minutos para realizar investigaciones específicas. De hecho, durante los vuelos de prueba (tanto de Virgin Galactic como de Blue Origin), ya se han realizado experimentos a bordo. Agencias espaciales (incluyendo la NASA), universidades o laboratorios privados han manifestado su interés.
Durante la conferencia de prensa que siguió al vuelo (ver abajo), Jeff Bezos también desarrolló un argumento según el cual el turismo espacial suborbital con el New Shepard forma parte de su deseo (junto con los demás proyectos de Blue Origin) de construir una infraestructura de acceso al espacio que sea a la vez menos costosa y más eficiente (en términos de peso y frecuencia). Para el multimillonario, este desarrollo a largo plazo es esencial para el futuro de la humanidad y para la conservación del planeta, cuya fragilidad y belleza dice haber admirado desde 107 km de altura. Los años venideros dirán si todos estos anuncios (ciencia e infraestructura) se hacen realidad.