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El tesoro de OSIRIS-REx, por fin accesible

Publicado el 16 enero 2024

Los equipos de la NASA han logrado abrir el receptáculo que contenía las valiosas muestras recogidas en el asteroide Bennu por la sonda OSIRIS-Rex y devueltas a la Tierra en septiembre de 2023.

El tesoro de OSIRIS-REx, por fin accesible

Como todos sabemos, ¡la exploración espacial es una escuela de paciencia! Así que la sonda estadounidense OSIRIS-REx (Origins, Spectral Interpretation, Resource Identification, Security, Regolith Explorer) despegó de Florida el 8 de septiembre de 2016, llegó alrededor del asteroide Bennu a finales de diciembre de 2018 y tomó muestras de su superficie el 20 de octubre de 2020. Estas fueron entregadas a la Tierra el 24 de septiembre de 2023, es decir, 7 años después del inicio de la misión. Y lo que es más, tuvimos que esperar una vez más…

UNA COSECHA MAYOR DE LO ESPERADO

La NASA ha repetido a menudo que el objetivo cuantitativo de OSIRIS-REx era traer a la Tierra 60 gramos de muestras procedentes de la superficie del asteroide Bennu. El 24 de septiembre de 2023, la llegada con éxito a la Tierra de la cápsula que albergaba las muestras constituyó un primer éxito operativo. Poco más de 2 semanas después, el 11 de octubre de 2023, la agencia estadounidense se declaró satisfecha ya que el examen del contenido de la cápsula demostró que se habían obtenido mucho más de 60 gramos (se indicaron inicialmente 250 gramos con un posible error de 101 gramos más o menos). Para este examen preliminar, la cápsula fue transportada desde el desierto de Utah, donde llegó al Johnson Space Center de Houston, que cuenta con instalaciones diseñadas para manipular muestras recogidas fuera de nuestro planeta, un laboratorio denominado Astromaterials Curation Facility. 

En la Astromaterials Curation Facility de Houston, el recinto estéril de TAGSAM se encarga del dispositivo de recolección de la sonda OSIRIS-REx, que contiene muestras tomadas del asteroide Bennu. Se pueden ver los tornillos alrededor del perímetro, algunos de los cuales causaron problemas.
© NASA/Erika Blumenfeld & Joseph Aebersold

Pero para ir más lejos, había que abrir el TAGSAM (Touch And Go Sample Acquisition Mechanism), el asombroso dispositivo circular que contiene la mayor parte de la cosecha realizada en Bennu. Y entonces, no todo salió según lo previsto.

En el Johnson Space Center de Houston, el 10 de enero, el ingeniero Neftalí Hernández utiliza la herramienta inventada específicamente para retirar los tornillos recalcitrantes de TAGSAM.
© NASA/Robert Markowitz

DOS TORNILLOS RECALCITRANTES

Las imágenes tomadas durante la misión mostraron un excedente de muestras. El examen de la cápsula lo confirmó, y los equipos de la Astromaterials Curation Facility tuvieron primero que catalogar y recoger polvo y pequeños restos de Bennu, que totalizaban unos 70 gramos (ya más que el objetivo mínimo). Para acceder al mismo contenido del propio TAGSAM, había que desatornillar 35 tornillos y se resistían dos. Sin embargo, todas estas operaciones se realizan en un recinto estéril (para evitar la contaminación de las muestras, que distorsionaría los estudios) y el dispositivo sólo se manipula con guantes. Además, no se deben forzar los tornillos, ya que habría riesgo de sacudir las muestras o «ensuciarlas» con salpicaduras de metal. Por ello, se ha desarrollado y probado previamente una herramienta especial, fabricada en acero quirúrgico. Cuidadosamente esterilizada, se utilizó a continuación en la “guantera” (glovebox en inglés) que albergaba TAGSAM. La agencia estadounidense indicó que los tornillos recalcitrantes se retiraron el 10 de enero de 2023

Los equipos técnicos y científicos tienen ahora acceso al tesoro traído por OSIRIS-REx. El examen de estas muestras nos dará una idea más precisa de cómo se formaron los planetas y, por tanto, la Tierra (los asteroides son testigos poco alterados de este periodo). También podremos evaluar si algunos de los componentes básicos de la vida fueron aportados por impactos de asteroides. Además, nos permitirá conocer mejor estos objetos para poder organizar misiones de desvío en caso de que uno de ellos se encuentre en una trayectoria de colisión con la Tierra.

Cette photo publiée par la NASA le 19 janvier montre le contenu du TAGSAM une fois que celui-ci a été enfin ouvert grâce aux efforts évoqués dans cet article. On constate que de nombreux échantillons de Bennu ont été récoltés.
© NASA/Erika Blumenfeld & Joseph Aebersold

Actualización de febrero

121 gramos de ciencia para hoy y mañana

Después de la exitosa apertura de TAGSAM mencionada anteriormente, el personal del Astromaterials Curation Facility en Houston extrajo y catalogó metódicamente las muestras del asteroide Bennu contenidas en este receptáculo. Y en primer lugar se pesaron un total de 51,2 gramos. Esto se suma a los 70,3 gramos obtenidos anteriormente, porque “se desbordaron” del dispositivo de muestreo (por lo tanto accesible antes de su apertura). La NASA aclaró que todas las muestras de Bennu traídas representaban 121,6 gramos (pasando a 121,6 mientras que 70,3 + 51,2 = 121,5 se explica probablemente por el hecho de que no se mencionó el segundo número después de la coma).

70% preservado para el futuro

Si bien estos 121,6 gramos se encuentran en el rango bajo de la estimación antes de la apertura del TAGSAM, todavía representan el doble del objetivo asignado a la misión OSIRIS-REx. Además, algunas muestras alcanzan el centímetro de ancho. Su estudio ocupará a los científicos actuales durante varios años. Sin embargo, la agencia estadounidense reservará el 70% de este tesoro para preservarlo para las generaciones futuras. La idea es que el progreso tecnológico permitirá métodos de examen más eficientes. La ciencia del mañana tendrá así acceso a muestras inalteradas de Bennu.

Esta foto publicada por la NASA el 19 de enero muestra el contenido de TAGSAM ya abierto por fin gracias a los esfuerzos descritos en este artículo. Se constata que se han recogido numerosas muestras de Bennu.
© NASA/Erika Blumenfeld & Joseph Aebersold

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