Peregrine es un aterrizador automático privado de la firma Astrobotic. Está planeando una máquina mayor, el Griffin (abajo a la izquierda), para atender las demandas de la NASA de cargas útiles más pesadas. Griffin se utilizará para alunizar el róver VIPER de la agencia estadounidense.
© Cité de l’espace basada en Astrobotic
DIFICULTADES PARA PEREGRINE
Para esta misión CERT-1, el Vulcan Centaur debía enviar el aterrizador privado Peregrine a la Luna, lo que hizo según lo previsto cuando la nave se desprendió de la etapa Centaur 1 hora y 32 minutos después del despegue.
Peregrine aspira a llegar a la Luna el 23 de febrero del año que viene y transporta experimentos de la NASA (que paga 79,5 millones de dólares por el servicio), otros instrumentos científicos y diversas cargas útiles comerciales (incluidas cenizas de difuntos). Sin embargo, Astrobotic informó de que Peregrine había experimentado una anomalía en su sistema de propulsión que impedía orientar correctamente los paneles solares. Los equipos de suelo reaccionaron y consiguieron enviar instrucciones para que el aterrizador pudiera compensar el error y las baterías de a bordo pudieran recargarse. Poco después de las 18.00 (hora francesa), Astrobotic informó de que la pérdida de combustible causada por la avería de la propulsión obligaba a considerar un escenario de misión alternativo, muy probablemente sin alunizaje.
Peregrine Mission One es la primera misión que se llevará a cabo en el marco del programa CLPS (Commercial Lunar Payload Services) de la NASA, cuyo objetivo es encomendar al sector privado los servicios de carga a la Luna.