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Un cráter marciano y hielo
Publicado el 07 noviembre 2022
A finales de 2021, el sismómetro francés de la sonda InSight de la NASA detectó el temblor provocado por el impacto de un pequeño asteroide en Marte. Desde la órbita, la sonda MRO fotografió el cráter y los bloques de hielo expulsados a su alrededor.
La ciencia requiere mucho rigor y preparación para avanzar. Esto es especialmente cierto en el caso de la exploración espacial, en la que una misión requiere años, incluso décadas, de trabajo previo antes de que la sonda empiece a enviar sus primeras mediciones.
Y a veces hay que aprovechar lo inesperado con lo existente. Combinando los datos de un aterrizador y de un orbitador en torno al mismo acontecimiento, los científicos han encontrado hielo en Marte, ahí donde no se lo esperaban…
El asteroide de Nochebuena
El inesperado suceso en cuestión tuvo lugar el 24 de diciembre de 2021 (el siguiente análisis científico requirió casi un año en completarse). Un pequeño asteroide chocó contra el Planeta Rojo. Desde 3.500 km de distancia, la sacudida fue percibida como un terremoto de magnitud 4 por el sismómetro SEIS (Seismic Experiment for Interior Structure) del aterrizador InSight, estacionado en Elysium Planitia desde noviembre de 2018.
A continuación, una grabación del impacto. Se han transpuesto las frecuencias para que sean audibles para el oído humano.
Mientras que el aterrizador InSight es estadounidense, su detector de terremotos marcianos SEIS fue suministrado por el CNES, la agencia espacial francesa.
En el Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA, los científicos dirigidos por la planetóloga Ingrid Daubar se encargan de encontrar coincidencias entre los terremotos captados por InSight y los impactos de asteroides en Marte. Mientras que algunos terremotos reflejan la actividad del planeta, otros son causados por impactos. Examinando imágenes tomadas desde la órbita por la sonda Mars Reconnaissance Orbiter (MRO, que está arriba desde 2006), el equipo de Ingrid Daubar ha localizado un cráter cuya aparición corresponde a la Nochebuena de 2021. En sí mismo, esto no es muy sorprendente, salvo por lo que hay alrededor del agujero que se formó.
Hielo cerca del ecuador
El orbitador MRO está equipado con varias cámaras. Una de ellas toma diariamente imágenes de baja resolución de todo Marte, y confirmó la fecha del 24 de diciembre de 2021 para el nuevo cráter y lo vinculó al terremoto percibido por InSight. Otras dos cámaras más potentes obtuvieron imágenes más precisas. Se ve la primera (cámara CTX) arriba, mostrando la extensión de la eyección. La segunda (abajo) es de la cámara HiRISE con una resolución de 25 cm, que detalla un cráter de 150 m de ancho y 21 m de profundidad. Esto corresponde a un pequeño asteroide de 5 a 12 m de ancho (en la Tierra ardería casi por completo, ya que la atmósfera de nuestro planeta es 170 veces más densa que la de Marte).
La foto muestra sobre todo bloques de hielo esparcidos por el cráter, que sería como una «perforación» gratuita del subsuelo marciano hasta una profundidad de unos 20 metros. El hecho de que un impacto de este tipo revele este tipo de hielo no sería realmente inusual… si se hubiera producido cerca de los polos. Sin embargo, esta región de Amazonis Planitia se encuentra a sólo 24° de latitud norte. «Esto es lo más cerca del ecuador que hemos visto nunca hielo«, dijo Ingrid Daubar en una conferencia de prensa de la NASA en octubre de 2022.
Este descubrimiento, por lo tanto, restringirá un poco más los modelos teóricos de la evolución del clima marciano. Se sabe que el Planeta Rojo experimentó, hace 3.500 millones de años, condiciones que permitieron la presencia de agua líquida en su superficie. En la actualidad, sin embargo, en condiciones de temperatura y presión, el hielo se sublima (pasa directamente de sólido a vapor). De hecho, fue el caso del hielo esparcido por el cráter a finales de 2021.
La otra lección de este impacto se refiere a las futuras misiones tripuladas (a muy largo plazo para Marte). Los astronautas podrían utilizar el hielo subterráneo para obtener agua, pero también oxígeno e hidrógeno (para respirar, alimentar pilas de combustible o servir de combustible para cohetes). Esto se debe a que los recursos locales permitirían aligerar la carga de las naves que se dirigen al planeta rojo. Sin embargo, aún quedan muchas incógnitas, como la facilidad real de acceso a este hielo subterráneo, su disponibilidad y la viabilidad técnica de los dispositivos encargados de extraerlo y procesarlo.